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El patrimonio audiovisual a reflexión en su Día Mundial

Con motivo de la celebración, el próximo sábado 27, del Día Mundial del Patrimonio Audiovisual -esta edición bajo el lema Descubrir, recordar y compartir-, este jueves, 25 de octubre, la Biblioteca Central de Cantabria albergará, a las 19:00 horas con entrada libre y gratuita hasta completar aforo, una mesa redonda titulada El patrimonio audiovisual y sonoro: importancia de su conservación y difusión.


Presentada y moderada por Víctor Lamadrid, responsable de la Cantabria Film Commission, la mesa redonda estará formada por el cineasta cántabro Nacho Solana, nuestro compañero crítico cinematográfico Javier Collantes, la periodista cultural Cristina Bartolomé y, en representación de la propia Biblioteca Central de Cantabria, Mercedes Muriente.

Los documentos audiovisuales (películas, programas de radio y televisión) son patrimonio de todos y contienen información clave de los siglos XX y XXI, que forman parte de nuestra historia e identidad cultural. Por ello, la UNESCO aprobó en 2005 la celebración de esta efeméride como mecanismo para concienciar al público sobre la necesidad de tomar medidas urgentes y reconocer la importancia de este tipo de documentos.

Las tecnologías audiovisuales ofrecieron nuevas vías para compartir el conocimiento y expresar la creatividad. Además, derribaron muchas de las barreras culturales, sociales y lingüísticas que impedían la difusión de la información, como el idioma o el grado de alfabetización. Los documentos audiovisuales transformaron la sociedad y pasaron a complementar a los escritos. Sin embargo, incontables producciones de gran valor histórico y cultural han desaparecido.

En esta línea, el Programa Memoria del Mundo (MoW, por el acróstico en inglés), es una iniciativa de la UNESCO destinada a preservar el patrimonio documental del mundo albergado en bibliotecas, archivos y museos como símbolo de la memoria colectiva de la humanidad. También impulsa la valiosa labor de los profesionales que se dedican a la preservación y ayuda a gestionar los aspectos técnicos, políticos, sociales y financieros que amenazan la salvaguardia de este patrimonio.