La variedad de versiones que ofrece el cine, tanto en forma de homenaje como de actualización de un argumento correspondiente a una época determinada en el desarrollo de una historia, son innumerables. En el caso de esta Ha nacido una estrella es la cuarta versión.
Después de la primera de 1937, dirigida por Welman; tomó el relevo una revisión en 1954 cuyas grandes interpretaciones fueron y son magistrales -en especial la gran Judy Garland y el excelente James Mason-; se llegó a una tercera versión, interpretada por Barbra Streisand; y continúa ahora con una cuarto prisma del musical ahora dirigido e interpretado por Bradley Cooper junto a la cantante Lady Gaga.
Ha nacido una estrella es un drama cuyo contenido se apoya en la brillantez de sus canciones y su espacio escénico. Su argumento nos presenta a un músico veterano que descubre a una camarera con mucho talento como cantante, una chica que aspira a triunfar y alcanzar el sueño de la fama, una oportunidad que aparece bajo un mentor que cae en los derroteros del alcohol y las drogas.
Una historia de amor convulsa, apasionante y destructiva, detonantes de una relación con muchos subterráneos emotivos dignos de un gran relato que cabalga entre una estrella del rock con problemas en su oído y la eterna pugna de arte e industria. Sobre elementos como los problemas de creatividad y la libertad frente a a la máquina de la comercialidad, Ha nacido una estrella es un asombroso film lleno de intensidad.
Excelentemente interpretado por Bradley Cooper, Sam Eliott y una impresionante Lady Gaga digna de un Oscar, el primero, cuya pareja con la star musical rezuma química exultante, asume también la dirección con mano maestra para enfocar los tonos de un remake más que digno, por momentos fabuloso, manteniendo los encuadres, la utilización de la luz y unos diálogos contemplados a la usanza del cine clásico.
Ha nacido una estrella funciona y emociona en cada acorde a base de miradas destructivas, la dureza sentimental del camino a los sueños, las letras de cada excelente canción y la puesta en escena de cada concierto, una forma absoluta de transmitir la enorme fuerza de sus personajes con el peso específico de una balada rock salida de las tripas del alma. En un planteamiento menos sofisticado que La, la, land, Ha nacido una estrella es favorita a los Oscar 2019 por auténtica.