Aunque sea una producción entre Italia, Francia y España, Todos lo saben es eminentemente española con Morena Films, del cántabro Alvaro Longoria, en ella, pero también por un reparto de la categoría de Javier Bardem, Penélope Cruz, Ricardo Darín, Eduard Fernández, Elvira Mínguez, Bárbara Lennie, Inma Cuesta, Ramón Barea... Con Alberto Iglesias e cargo de la música y José Luis Alcaine de la fotografía, queda claro el enorme peso de titularidad española en esta película dirigida por un doble ganador del Oscar, el iraní Asghar Farhadi.
La filmografía del director es extraordinaria, y cualquier amante de la visión humanista del cine contemporáneo estará al tanto de cada uno de sus estrenos: en 2009, A propósito de Elly, un titulo que se emparenta con Todos lo saben en su comienzo festivo en un entorno familiar hasta que se desata la tragedia; en 2011, Nader y Simín, una separación, su primer Oscar, la historia de una separación matrimonial dentro de un entorno difícil y muy emocional; en 2013, El pasado, otra visión sobre una separación con visión europea; y, en 2015, El viajante, su segundo Oscar, una historia de violación, de duda, de culpa, tras la cortina de la famosa novela de Arthur Miller.
Todos ellos son títulos de enorme calidad cinematográfica y gran carga humana, y Todos lo saben no es una excepción. Como es habitual en su filmografía, las primeras imágenes, de estilo naturalista, nos muestran el entorno de los personajes, aparentemente sencillo y normal, pero un acontecimiento inesperado desata la tormenta subterránea que venía fraguándose durante muchos años y que es lo que realmente le interesa contar a Farhadi, esos cabos sueltos en las relaciones humanas que comienzan a dar latigazos en cualquier momento, como si de un cable de alta tensión, bajo esa tormenta, se tratara.
Lo único que se le puede achacar al guión de Todos lo saben es que, la supuesta sorpresa que se despeja en el minuto noventa de metraje, cualquier espectadora mínimamente atenta lo tendrá muy claro desde el minuto dos, además de que la intensidad dramática rural de la película no alcanza las cotas de, por ejemplo, El 7º día, de Carlos Saura, quizá un problema del desconocimiento de la idiosincrasia española por parte del director y guionista iraní. A pesar de esto, Todos lo saben es uno de los mejores títulos del cine español contemporáneo, con un desconocido Javier Bardem, como el típico héroe masculino de las películas de Farhadi, interiorizando su contenida interpretación como nunca antes había hecho gala.