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"Entre sorpresas y decepciones fílmicas", por Javier Collantes

Como un amplio espectro de sensaciones, emociones e identificaciones de sueños y realidades, se producen sorpresas, decepciones, frialdad, pasiones... A dichos aspectos corresponden los criterios fílmicos sobre algunos estrenos cinematográficos del año 2.014: valoraciones alabadas por una crítica cinematográfica especializada que en muchos aspectos no comparto y en otras estoy de acuerdo. Cuestión de criterios personales que obedecen a un gusto determinado. Dicha explicación contribuye  a mis propias luces y sombras de un arte que, como la propia vida, está más vivo que nunca. 


Así, las películas que me han producido gran sorpresa sin esperar nada fueron: "Her", un excelente ejercicio de la soledad y la incomunicación; "Dallas Buyers Club“, un film conformado como la antítesis del biopic al uso con grandes registros interpretativos; "Los canallas", una  magnífica muestra de atmósferas, lucidez y oscuridad de personajes caídos al vacío; "En un lugar sin ley", una asombrosa puesta en escena, fotografía, reparto y narrativa; "Sólo los amantes sobreviven", cine de muchos quilates, vampirismo y humanidad en una sobresaliente historia...


"Begin Again", una bocanada de aire fresco en sus vertientes de música, dignidad y sinceridad; "El único superviviente", rasgos bélicos en una conformación de secuencias intensas; "Locke", un film minimalista, profundo y arriesgado; "Operación Cacahuete", animación divertida y colorista; "Joe", un relato sobre el perdedor, equilibrado y emocionante; "God help the girl", más que un musical, belleza y argumento con las tonalidades del cine amateur; "La desaparición de Eleanor Rigby", una caligrafía de las relaciones y los secretos de pareja, un demoledor estudio de sus personajes; y "Loreak", un bello epitafio del recuerdo y la ausencia.


En el capítulo correspondiente a las decepciones, en el sí esperaba más...: "La gran estafa americana", pretenciosa y desequilibrada; "Monument´s Men", tremendamente aburrida, puro artificio; "2 francos, 40 pesetas", un sainete sin estilo, en forma y fondo; "Una noche en el viejo México", carente de estilo, con fronteras narrativas; "Amanece en Edimburgo", un musical estático, frío y atrincherado en unas pobres coreografías; "El cielo es real", penosa e intrascendente, llena de apariencias celestiales...


"Open Windows", confusa y extensa en intenciones, se queda a medias entre el suspense y la complacencia; "A propósito de Llewyn Davis", un estático trazo de un músico que conserva una falsa intelectualidad, poco fresca y muy lineal; "El niño", decepcionante en su extrema cercanía al formato televisivo; "Boyhood", una meritoria historia, un exceso intencionado de buenos sentimientos, desequilibrada y formalista en sus planteamientos, aburrida en su resultado final; "Yves Saint Laurent", una de vidas ilustres, sin alma ni unión; "Black Coal", un film tan oscuro como desconcertante, tan irregular como distante.