script

Crítica: "3 días para matar", por Pelayo López

Cualquiera que vea los créditos de esta película, con la figura de McG en la dirección y la de Luc Besson en la producción y el guión-, nadie se esperará semejante cinta carente del más mínimo aliciente. Del realizador de las versiones cinematográficas de "Los ángeles de Charlie" y el director de "Nikita" o "El quinto elemento", así como productor de la franquicia "Venganza", la audiencia espera algo más... ¡algo!. Aunque el arranque promete, con las dosis de acción que se les presupone a semejante tandem, este género desaparece del excesivo metraje hasta el tiroteo final. Entre medias, hora y media larga de un drama familiar que descolocará al espectador.


No obstante, semejante dislate pueda tener una explicación: por un lado, que el trabajo a cuatro manos puede haberse repartido precisamente así -planteamiento y desenlace para McG y el nudo para el cineasta francés-; por otro, que la filmografía de Besson está derivando últimamente a productos mucho más personales, como pueda ser su relación con la animación infantil en la saga protagonizada por Arthur, que espectaculares, los cuales parece limitarse a producir como las entregas protagonizadas por Liam Neeson o la reciente "Brick Mansions (La fortaleza)". De hecho, su última obra firmada por él mismo, "Malavita", presenta muchas similitudes con esta nueva historia. En ambos casos, los protagonistas deciden dar mayor importancia a su faceta personal, aunque ambos también no cortan de lleno con su ámbito profesional. Mientras la acción es un pretexto, el drama cobra protagonismo absoluto y el humor gana puntos, fundamentalmente gracias a la confrontación norteamericana-gala y a algún que otro personaje secundario al que se le saca brillo.


Un Kevin Costner metido a maduro resultón da vida a un agente de la CIA incapaz de conciliar su trabajo con la vida familiar, algo que intenta cambiar cuando le diagnostican una enfermedad mental viajando a París para volver a encontrarse con su esposa e hija, respectivamente una Connie Nielsen ("Gladiator", "Pactar con el diablo") que resulta lo más destacado del reparto en su papel de abnegada mujer y una bastante inocente para su edad y menos convincente que en otros papeles Hailee Steinfeld ("Valor de ley"). Sin embargo, un viejo caso volverá a hacerle dudar entre su profesión y sus más allegados, sobre todo cuando la encargada de dar caza a su nuevo objetivo, interpretada por la camaleónica y 'mata-hari' de peluca y postín Amber Heard ("El poder del dinero", "Furia ciega"), es una joven que le plantea la posibilidad de probar un medicamento experimental que podría salvarle.