Presentada en el pasado Festival de Sitges, y con la referencia de Alfred Hitchcock como argumento comercial en todas las promociones -sobre todo "El hombre que sabía demasiado"-, "Grand Piano" (Peñacastillo 3D Cinemas 12) está firmada, en la línea de otros como Brian de Palma, por Eugenio Mira ("Agnosia", "The Birthday"). Elijah Wood ("Open Windows") da vida a un prestigioso pianista retirado en su día por miedo escénico, aunque ahora llega el turno de reaparecer una vez superado su temor. No obstante, una amenaza de un psicópata interpretado por John Cusack ("El enigma del cuervo", "2012") marcará un día tan especial: si falla una sola nota de "La Cinquette" morirá.
El propio realizador cataloga su película como 'metathriller', fundamentalmente porque el espectador cinematográfico será testigo del sufrimiento del personaje principal, mientras que el público del concierto de ficción disfrutará únicamente de la música. A pesar de contar con (casi) un escenario único, y de una (omni)presente voz en off, la historia se mantiene por la elegancia dinámica de los movimientos de cámara y la estructuración de pantalla. Como curiosidad, otro realizador, Rodrigo Cortés ("Enterrado", "Luces rojas") es el productor de esta película rodada en inglés entre Barcelona, Las Palmas y Chicago.
Después de conseguir cierta atención con "La boda de mi mejor amiga", Paul Feig vuelve a dejar el protagonismo de su nueva película en manos de mujeres. Sandra Bullock y Melissa McCarthy protagonizan "Cuerpos especiales" (Cinesa), una 'buddy movie' en la que la protagonista de "Gravity" es una arrogante agente del FBI y la de "R3sacón", que repite con el director con el que fue nominada al Oscar a la Mejor Actriz de Reparto, da vida a una policía de Boston bastante impulsiva. Ambas tendrán que colaborar para cazar a un terrorista ruso. Con un lenguaje grosero bastante evidente, y entre copa y copa, esta comedia de acción femenina trata de sostenerse, y mantenerse a pesar de sus casi dos horas de duración, con los gags de cruce de caracteres de ambas protagonistas.
Construida como una historia de iniciación a la madurez, "El camino de vuelta" (Peñacastillo 3D Cinemas 12) está dirigida por Nat Faxon y Jim Ruch, oscarizados guionistas de "Los descendientes" y actores poco conocidos que se han reservado sus pequeños papeles. Esta comedia independiente está protagonizada por un joven de 14 años que pasa las vacaciones con su madre, el nuevo novio de ella y su hija, aunque con mejor se llevará es con el director de un parque de atracciones. Steve Carell y Tony Collette, protagonistas en su día de "Pequeña Miss Sunshine", encabezan un reparto que completan Liam James ("The killing", "Alien Vs. Predator 2"), Sam Rockwell ("Siete psicópatas", "Moon"), Anna Sophia Robb ("Soul Surfer", "Un puente hacia Terabithia") y Amanda Peet ("Los viajes de Gulliver", "2012"). A pesar de la multiplicidad de personajes, el equilibrio se mantiene gracias a unos diálogos con chispa y una narración fluida.
Con 1,5 millones de presupuesto, la primera entrega recaudó 53 millones solo en USA. Ahora, James Wan, que dejará el terror para rodar la séptima 'velocidad' de "A todo gas", nos entrega "Insidious: capítulo 2" (Peñacastillo 3D Cinemas 12), una continuación en la que la familia Lambert intentará descubrir el origen misterioso de su conexión espiritual. Escrita nuevamente por Leigh Whannell, esta historia mezcla una primera parte de fantasmas con una segunda muy en la línea de otro de los títulos recientes del propio realizador: "Expediente Warren (The Conjuring)". Apariciones y sobresaltos, atmósferas malsanas... empiezan a ser demasiado reiterativos y, para colmo, las posibilidades de los personajes pasan a un segundo plano: Patrick Wilson, Rose Byrne y Barbara Hershey repiten como cabezas de cartel. En esta ocasión, al contrario que en otros muchos casos, es totalmente recomendable haber visto la primera parte.
Dos actores tetranominados al Oscar, Annette Bening ("Los chicos están bien", "Conociendo a Julia", "American Beauty", "Los timadores") y Ed Harris ("Las horas", "Pollock", "El show de Truman", "Apolo XIII"), son, sin duda, el principal aliciente de "La mirada del amor" (Cinesa). Presentada en la sección Perlas del Festival de San Sebastián, esta historia retrata las segundas oportunidades en el amor. Cinco años después de perder al amor de su vida, la protagonista de la película vuelve a enamorarse a primera vista... aunque su nuevo amor es físicamente idéntico a su marido. El realizador canadiense Arie Posin ("Historias de un secuestro") dirige esta comedia romántica ligera coprotagonizada por Robin Williams ("El indomable Will Hunting", "El club de los poetas muertos") y Amy Brenneman ("Heat").
La Palma de Oro en el Festival de Cannes, "La vida de Adèle" (Peñacastillo 3D Cinemas 12), adaptación de la novela gráfica "Blue" (Julie Maroh), es una historia de amor entre dos chicas jóvenes, una historia planteada en dos capítulos que se proyectan juntos y que alcanzan las casi 3 horas de duración. Abdellatif Keniche ("Cómo esquivar el amor") observa tras la cámara la relación entre una desconocida Adéle Exarchopoulos ("Los niños de Timpelbach") y Léa Seydoux ("Adiós a la reina", "Medianoche en Paris"), ambas ganadoras también en el certamen galo del premio a la mejor interpretación femenina. Bajo una línea argumental plasmada en un erotismo de alto voltaje, la personalidad de la joven protagonista deberá ir ajustándose a sus propios criterios en un entorno sordo, por lo que la necesidad de encajar chocará frontalmente con el deseo de ser fiel a si misma.
El realizador belga Joachim Lafosse ("Propiedad privada") vuelve a reunir en "Perder la razón" (Cines Groucho), tres años después, al actor galo de origen argelino Tahar Rahim y al francés Niels Arestrup, ambos compañeros en la prestigiosa y multipremiada "Un profeta". Sin embargo, la mejor parada ha sido Emilie Dequenne ("Rosetta"), quien consiguió el Premio a la Mejor Actriz en el Festival de Cannes y estuvo nominada a los Premios del Cine Europeo. La relación entre un médico que educa a un joven marroquí como si fuera su hijo cambia su rumbo cuando, tras la boda del joven, la relación entre los tres vértices de este triángulo se haga más irrespirable.