Visto el auge que están teniendo últimamente películas como "Oz, un mundo de fantasía", "Jack, el cazagigantes" o "Hansel & Gretel: cazadores de brujas", opté por seguir la estela de las 'otras' historias de los personajes de los cuentos... Así fue como di con "La venganza de Pinocho". Lo más lamentable de esta película es que ya, desde que decidimos verla, estamos siendo engañados, puesto que el título es tremendamente engañoso y poco tiene que ver con el desarrollo de la trama de la película. Con un título así, podríamos llegar a la fácil conclusión de que vamos a ver a Pinocho vengándose de algo o alguien, pero parece que el que tiene alguna 'vendetta' pendiente es el guionista... ¡y la tiene con el público en general!.
La historia arranca con un tipo que está enterrando el cadáver de un niño en el bosque, momento en el que es descubierto de casualidad por la policía. Cuando investigan la zona, debajo del cadáver del niño, aparece una marioneta (ya tenemos a Pinocho en escena). La abogada encargada de defender al asesino confeso se empeña en que no le condenen a muerte, pese a que el propio condenado le está pidiendo que le deje morir. ¿Aporta esto algo a la historia?. ¡No!. Después, la abogada tiene otro caso, de un tipo que ha matado a un traficante de drogas prendiéndole fuego. ¿Aporta algo a la historia?. ¡Tampoco!. Únicamente te dan a entender que la abogada no es muy buena, ya que perdió el primer caso y tiene visos de perder el segundo también. Por lo que sea, la abogada se lleva la marioneta para casa, pese a que debería ser una prueba de un homicidio. Lejos de dejarla en el coche, la mete en casa y su novio se la regala a su hija por su cumpleaños. Todo de lo más natural del mundo. La niña en cuestión es un ejemplar hiperrepelente, muy acorde con el resto de sus compañeras de colegio privado femenino.
Después de una hora entera de película en la que no ha pasado absolutamente nada digno de ser mencionado, parece que Pinocho va a comenzar a hacer de las suyas. Y es que, entre la marioneta y la repelente niña, deciden meter el palo de 5 metros (por lo menos) de una azada entre los radios de la bicicleta de una compañera de clase. Ésta sale despedida por los aires y cae en la carretera, siendo atropellada por el autobús escolar. ¿Muere?. ¡Qué va!. La levantan como si tal cosa y sólo se ha manchado la cara! (¿?). La niña comienza a culpar de todo lo ocurrido a la marioneta. La niña visita al psicólogo y allí descubren que habla con la marioneta como si ésta tuviera vida. ¿Qué hace la madre?. ¿Decide encerrarla como le sugiere el psicólogo?. No, por supuesto que no, decide llevársela a casa y ofrecernos otros 25 minutos de patraña cinematográfica.
Como es lógico, en casa las cosas no mejoran y el novio de la abogada tiene un 'encontronazo' con Pinocho, que le hace caer por las escaleras del sótano. Tras golpearse la cabeza con la alfombra, comienza a salirle sangre a borbotones (¿?). No contento con esto, Pinocho visita el hospital para terminar de matar al tipo éste. ¿Cómo es posible que nadie en un hospital vea a una marioneta que camina sola adentrarse por los pasillos hasta encontrar a su víctima?. Es más, ¿cómo encuentra la habitación de su víctima?. O mejor, ¿cómo narices encuentra el hospital?. Al día siguiente, la 'marioneta' decide asesinar también a la au-pair y, cuando llega a casa la protagonista, también lo intenta con ella. Aquí se resuelve el percal... ¡aunque hace ya más de media hora que sabemos quién es el asesino!. Total, que la abogada lucha contra la marioneta por toda la casa (¡hay que ver lo mal que está hecho el movimiento de la marioneta!) y, cuando le da el golpe definitivo lanzándola contra una mesa de cristal, se despierta de una especie de ensoñación rara y descubre que el asesino es... ¡¡su hija!!. ¿En serio creían que alguien se iba a tragar eso?.
Lo que resulta muy cómico en la escena es ver la postura de la niña debajo de la mesa rota. ¿Cómo alguien que cae en una mesa de cristal, rompiendo el cristal, en vez de quedar en un escorzo imposible, totalmente encogido, acaba tumbada debajo de la misma, totalmente estirada y con los pies sobresaliendo por debajo de las patas?. Es lo que tiene lanzar a un muñeco y después pretender hacernos creer que era la niña en todo momento... Y así se acaba: con la niña, ahora sí, internada en un psiquiátrico mientras su madre lucha por sacarla de allí... ¿Y de Pinocho qué ha sido?.