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"Los Pelayos... o la familia unida jamás será vencida", por Paco Ibáñez

El Festival de Cine de Sevilla cambió este año 2012 de director, y el bueno de José Luis Cienfuegos tuvo una interesante ocurrencia -una más-: programar la filmografía de Gonzalo García Pelayo. En estos tiempos tan difíciles, en los que si se puede hay que compartir gastos, la Filmoteca de Cantabria ha programado, en colaboración con el certamen hispalense, el ciclo de este director. Los recuerdos que atesoro en mi memoria fueron títulos exhibidos en los años de la transición... y no fueron buenos, puesto que eran películas que se proyectaban o en cines de barrio o en salas clasificadas 'S'. Ahora, en Bonifaz y en 2012, las he vuelto a visionar y, ¡oh, sorpresa!, "Manuela" (1976), una película de encargo con actores de la talla de Fernando Rey, la guapísima Charo López o el galán de moda Máximo Valverde, parece aguantar bien el paso del tiempo.
Gonzalo García Pelayo tenía 28 años, venía de Paris (donde había realizado algunos trabajos para cine) y le ofrecen hacer una película a medio camino entre el cine denuncia y el musical (la banda sonora con temas de Lole y Manuel o Triana es estupenda). En conjunto, una cinta muy interesante que me recuerda a otro film de aquella época: "La cólera del viento", del cántabro Mario Camus. Además, para el año de su producción era una auténtica apuesta de doble filo. Con un dictador y su censura, se la jugó y le salió bien: más de 1.200.000 espectadores, cifra casi 'imposible' para el cine español actual.
Ya con dinero realizó, dos años después, una película por la que su carrera dio un giro de 360 grados. "Frente al mar", que sólo se pudo visionar en salas 'S' con el título de "Intercambio de parejas frente al mar", recurría como pretexto a la moda de la época, el 'swinging', para, durante un metraje de 83 minutos y con unos diálogos e interpretaciones cuya espontaneidad rozan el ridículo, reunir a 3 hombres y a 3 mujeres en crisis en un chalet propiedad de una sexóloga para practicar el sexo entre ellos.
Después vinieron "Vivir en Sevilla" (1978), "Corridas de alegría" (1982) y el documental de ficción "Rocío y José" (1983). Aquí terminó su carrera cinematográfica. El resto es historia. Ahora, la Filmoteca de Cantabria los exhibe como films de culto, hasta el crítico Paulino Viota desglosó la trayectoria de Gonzalo García Pelayo emocionándole por completo. Basta decir que el público asistente a la proyección de "Frente al mar" aplaudió. En definitiva, una buena oportunidad para recuperar una filmografía machacada por la crítica de la época.