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La mirada de Ouka Leele, según Rafael Gordon

Nominada a Mejor Largometraje Documental en los Premios Goya, Medalla CEC 2009 al Mejor Documental y Premio Alfa & Omega de Cine 2010 al Mejor Documental, "La mirada de Ouka Leele" nos introduce en el universo creativo de una de las artistas plásticas más reconocidas de nuestro país. De una personalidad magnética, Ouka Leele ha desarrollado a lo largo de su carrera un estilo único y personal, en el que la pintura, el dibujo y la fotografía se fusionan de forma espectacular. Sus fotos en B/N terminadas con acuarela representan seres en un mundo propio que, encendidos por el color, son casi mágicos.
En este documental único, rodado a lo largo de cinco años, Rafael Gordon* investiga, con todos los recursos cinematográficos, el proceso de trabajo de Ouka Leele, y nos brinda la oportunidad de ver cómo trabaja y siente esta polifacética creadora reconocida mundialmente: Premio Nacional de Fotografía 2005 y emblema de la “Movida” madrileña. La proyección de "La mirada de Ouka Leele" (2009), de Rafael Gordon, tendrá lugar, a las 20:00 h., este próximo martes, 26 de Junio, en la Sala de Audiovisuales del Casyc UP. A continuación, el proceso documental según el propio autor:
De niño, tendría catorce años, vi en la filmoteca itinerante, quizá en lo que hoy es la discoteca Pachá, un ciclo de películas documentales del realizador Robert J. Flaherty. Quedé anonadado, viendo “Nanuk el Esquimal” y “Hombres de Aran”, fue como si hubiese visto por vez primera una película. Nanuk construía un iglú de principio a fin, con constancia, con firmeza, con determinación, (la misma constancia y determinación, con la que Ouka Leele realiza el mural de 240 m2 en “La mirada de Ouka Leele”). Entiendo que el cine no es un intento manipulado de hacer arte. El cine es vida en movimiento. Si la vida que muestra el movimiento, emana espíritu y dolorido sentir, tendremos una obra de arte en sí misma, sin trucos preconcebidos. El cineasta tiene que ser neutral ante la realidad observada.
Somos deudores de Dreyer, Chaplin, De Sica, Ford, Buñuel, Vigo y otras dos docenas de directores, incluidos, Saura, Melville, Aki Kaurismáki y Jim Jarmusch. En todos ellos, lo humano y la existencia, fluyen y conviven en gloriosa humanidad y grandeza. A la manera de estos grandes creadores de imágenes, la obra de Ouka Leele, busca lo inaprensible de la esencialidad, le da forma y lo humaniza. Pienso que su obra gráfica es cine en esencia. Sus imágenes sintetizan en un sólo fotograma toda una posibilidad cinematográfica. Fotos como “El Beso” son iconos de su tiempo.

Fue en 1987 cuando pensé por vez primera, realizar un largometraje sobre Bárbara Allende Gil de Biedma. Desde que vi la exposición antológica de recuerdo memorable, que realizó en el Museo Español de Arte Contemporáneo, la artista contaba tan solo con treinta años. Aprecié, viendo su obra, que nos encontrábamos ante un genio y he podido comprobar esta realidad, a lo largo de las últimas dos décadas.
Con el paso de los años valoro más y más la persistencia del tiempo, congelado en los fotogramas que conforman una película. Todo el pensamiento de Ouka Leele gira en la película sobre el tiempo como presente. Pasado, presente y futuro, en un solo instante. Soy un testigo vivo de más de cincuenta años de cine, he cumplido ya más años que los que cumplieron, Humphrey Bogart o Gary Cooper en vida, pero ahí están, eternamente poderosos y auténticos en las películas que rodaron. Comento este hecho por la sencilla razón de que realicé “La Mirada de Ouka Leele”, pensando no solo en el presente, sino también en el futuro. Quería que Ouka Leele se mostrara tal y como es: joven, creativa, apesadumbrada por el sentir de la vida, pero también solidaria, y por encima de todo, trabajadora incesante e infatigable.
Me gustaría que el futuro recogiera intacta la semblanza de una artista de su tiempo, que logró con tesón e individualismo vencer no sólo la enfermedad, sino el signo de su tiempo, el conformismo artístico. Dentro de décadas, cuando veamos a Ouka Leele presentar la película, ante gente que aún no ha nacido, me alegraré esté donde esté, al pensar, que al verla en las imágenes de “La Mirada de Ouka Leele”, todo tendrá sentido, su vida, mi trabajo en hacer la película y la razón última del cine: ser documento y testimonio vivo y eterno, de nuestra evanescente existencia.

Rafael Gordon

* Estudió en la Escuela Superior de Arte Dramático y debutó como actor en "La zapatera prodigiosa", dirigido por Alfredo Mañas. En 1968 fundó Producciones Rafael Gordon con la que produce, escribe y dirige sus propios cortometrajes y largometrajes en 35mm a lo largo de casi cuatro décadas. Tras filmar numerosos cortos, dos de los cuales se presentaron en la Semana ("Adíos, Pablo Ruiz" en 1973 y "La Piedad" en 1983), en 1978 dirige su primer largo, "Tiempos de constitución", al que siguieron "Cuatro locos buscan manicomio" (1980), "La reina Isabel en persona" (2000) o "Teresa, Teresa" (2003). En 2006 dirigió "Hamlet", de Luis Buñuel y Pepin Bello, en el Centro Cultural Galileo de Madrid.