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La Batalla de Flores sesentera

Fiesta de Interés Turístico Nacional, la Batalla de Flores de Laredo es una de las celebraciones más espectaculares de la región, una fiesta visual y sensorial que ha trascendido desde sus orígenes más allá de nuestras fronteras. Precisamente, la generosa donación de una familia de veraneantes franceses ha permitido al Ayuntamiento de Laredo recuperar imágenes en movimiento de las ediciones que van de 1967 a 1970 (pese al diluvio de 1968).
Estas imágenes, grabadas en 8 mm. y color, constituyen un valioso patrimonio audiovisual, un material recuperado gracias a la afición de Jacques Pereira de Miranda por dejar registrados en su cámara los más variados acontecimientos familiares. Los trozos inconexos han dado como resultado, gracias al trabajo del joven creador local Alberto Martínez, cuatro relatos fílmicos de 10 minutos de duración por cada edición, metraje que se suma a los fragmentos del NO-DO, en blanco y negro, que en su día se recuperaron de los fondos históricos de RTVE.

En los años de las imágenes recuperadas, el circuito que realizaban las carrozas, de apenas 5 m. de altura frentes a los 7,5 m. actuales, se ubicaba en la Calle del Paseo, localización que fue modificada a comienzos de los ´70 porque la afluencia de público y la monumentalidad de las carrozas así lo requería. Junto a estas curiosidades, el nueo material audiovisual permite reencontrarse con estampas de edificios que, cuatro décadas después, ya no resisten en pie, como la conocida "Casa de los Hierros". Por el contrario, permiten adivinar la construcción de nuevos iconos del urbanismo laredano, como el edificio Cerro, en plena plaza de Cachupín, cuya estructura se ve avanzar entre dos ediciones de finales de los años ´70.