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Goyas 2009: ¿Cantabria de largo?

Aunque Nacho Vigalondo no pudo hacerse con el Goya a la Mejor Dirección Novel, el director cabezonense fue uno de los protagonistas de la Gala de los Premios Goya celebrada en la noche de ayer previo paso por la alfombra verde, circunstancia que en su estreno pudo suscitar alguna duda pero que ahora se ha hecho un merecido espacio por derecho propio. ¿La noche de ayer?. Con el retardo y los tijeretazos más que evidentes durante la emisión de la ceremonia, queda claro que el encanto y la magia se pierden por completo. Además de los galardones, ¿qué nos deparó la fiesta del cine español?. Para empezar, Cantabria obtuvo un premio indirecto.


A primera vista, un escenario impresionante. Sencillo, pero al mismo tiempo capaz de encandilar gracias a esas escalinatas fantásticas que, una lástima, no se aprovecharon en todo su potencial. Lo que no acaba de encajar por ningún lado es, y empieza a ser ya un problema, el tono pseudohumorístico de alta escuela que se cree imprimir: o divagamos hacia una gala en la que el humor de barrio es el epicentro, o nos decantamos por una ceremonia en la que la sobriedad de un evento de estas características se hace notar sin lugar a insinuaciones chirriantes. La continuidad de José Corbacho y Carmen Machi no ha resultado, por no hablar de los mensajes/gags de "Muchachada Nui". Reconozco que su legión de seguidores pueda sentirse satisfecha, pero no es un plato para servir a todo tipo de públicos.


Eso es lo que se encontraron las estrellas que accedieron a la sala de trofeos, una vitrina en la que, por mucho que digan, a mi me parece que no desmerecemos nada a los Oscar. Elegancia y presencia imponente, tanto en ellas como en ellos -destaco, entre otras, a Iciar Bollaín y Malena Alterio-. Siempre hay alguna nota discordante, eso es inevitable - entre otras, Paz Vega o Clara Lago-, pero a grandes rasgos me quedo, hablo por mi, con la belleza y el saber vestir de nuestras actrices y no las "megaestrellas" USA. Su brillo apagado no es capaz de apagar el halo emergente que, en ocasiones como la presente, son capaces de desplegar nuestras intérpretes. Quizás sin tanta pomposidad, pero con mayor aplomo y saber estar.


Respecto a los premios, y como en toda votación abierta, puede haber discrepancias. Me parece lamentable la "venta" concedida a los USA: Benicio del Toro y Penélope Cruz. Sin desmerecer el gran trabajo del primero, y huyendo de la más que mejorable interpretación de la segunda en una película horrorosa, creo que entre el resto de candidatos tanto a Mejor Actor como a Mejor Actriz Secundaria había candidat@s más firmes y sólid@s. Destacar lo absurda, por calificarla finamente, de la intervención de la mayor de las Cruz al recibir la estatuilla. No se puede más fría y políticamente correcta. Aplaudo el reconocimiento como Mejor Actor de Reparto y Mejor Actriz a Jordi Dauder y Carme Elías. Monstruos de la escena, constantes y tenaces donde los haya para quienes su excelente labor es siempre su mejor tarjeta de presentación. Se veía venir, por otro lado, la desastrosa noche de "Los girasoles ciegos". Incomprensible su selección para representarnos en la carrera hacia los Oscar, e incomprensible también el excesivo número de nominaciones para una película con posibilidades pero sin confirmaciones. Algo similar le ha ocurrido a Alex de la Iglesia, ya que "Los crímenes de Oxford" tiene un buen envoltorio pero ofrece un regalo que no desata euforias colectivas. A pesar de que considero mucho más cinematográfica, al menos con las connotaciones presentes, la cinta de Agustín Díaz Yanes, "Sólo quiero caminar" tiene precisamente sus pros convertidos en contras. En definitiva, "Camino" ha sido la alternativa "menos mala". Con un nivel envidiable en casi todos sus apartados -dirección, interpretación, efectos especiales, música...-, la película de Javier Fesser ha sido la gran triunfadora de la noche con el permiso de "El truco del manco".


Más allá de su trascendencia e interés cinematográfico, la cinta que destronó a "Los cronocrímenes" reúne en una misma bobina dos aspectos fundamentales de cara al interés social presente y futuro: la interculturalidad y la dependencia/discapacidad desde el punto de vista de la integración. Santiago Zannou, su hermano, su padre y El Langui de La Excepción fueron los grandes triunfadores, personalmente hablando, de la noche. Pese a la "derrota", Nacho Vigalondo tuvo también su momento sobre el escenario entregando premios a cortometrajes junto a J. A. Bayona. En uno de los mejores momentos de la noche, quizás "explicado" demasiado", ambos bromearon sobre su salto al otro lado del Atlántico.





Para finalizar, no sé muy bien como hablar sobre el Goya de Honor, entregado al director de cine más prolífico de nuestro cine. Jess Franco recibió un premio más que merecido, aunque reconozco que no me explico muy bien los "ocultos" motivos de dicha concesión. Aprovecharé también estos últimos renglones para hacer un breve comentario sobre la intervención de la Presidenta de la Academia, Angeles González Sinde. Irresponsable, cuanto menos, la actitud esgrimida hacia la piratería por internet. Puede que sí sea uno de los mayores males del cine actual, pero, sirva de reflexión, ¿cuántas películas españolas son víctimas de la pirateria por internet para ser descargadas?. Si se habla, que sea al menos con todas las cartas sobre la mesa. Fantástico por contra, sobre para aquellos que han dejado de ver el cine como tal, la comparación entre el cine y los sueños. Mucho más aún en plena época de crisis. Apunte último: parece mentira que con tantas tablas ante una cámara, la mayoría de l@s actores/actrices/directores no saben reaccionar al saberse enfocados en plena gala. ¡Ah, se me olvidaba!. Nuestra región recibió un premio indirecto con el Goya al Mejor Sonido de "3 días" -Zayas, Marín y Rivera-. La cinta de Francisco Javier Gutiérrez ha sido nuestro único consuelo. Algo es algo.