
Sin embargo, tal y como aclara el propio auto, todo esto no significa el cierre de esta sede, sino que el Ayuntamiento de Santander puede hacerlo, de manera temporal y cautelar -no sancionadora-, hasta que se solicite y se obtenga la licencia pertinente.
El problema de base, al parecer, radica en unas obras necesarias para acondicionar el recinto a la normativa contra incendios. No obstante, todo parte de varias denuncias vecinales por ruidos en 2004, momento en el que el Consistorio santanderino comprobó que la Filmoteca Regional funcionaba sin la licencia de apertura concedida.